HOY: LA MERA ANÉCDOTA, por Lorgot

Cuando analizo en profundidad las brillantes aportaciones de algunos de los foreros, me intereso por su perfil, por sus directrices, para conocer en profundidad el material con el que están hechos sus sueños. Así, al enorme Leonard Quercus le encontré su pasión por García Márquez en cada una de sus intervenciones, en cada una de sus referencias, la brillantez y sensibilidad de la gente con sentido...

A otros brillantes foreros también los he seguido con interés y cautela, y de uno de ellos en particular, tras profunda reflexión, he extraído mis propias conclusiones, que no pretenden convertirse (Dios me libre) en dogma, sino en la configuración de una idea genérica (imagen ideal) obtenida de la propia ejecución de un juego deductivo y privado: me refiero al adalid de las libertades, al chivato patológico, al abermellonado acomplejado. De la mera observación inicial, algo se puede ir detectando: escribe en bermellón para captar una atención que no encuentra en su vida cotidiana. En su perfil dice que "dicen que Pinto"... Efectivamente, yo mismo, pienso y digo que Pintas... la mona y lo haces francamente... No tienes contenido, no presentas interés, eres el muñeco del juego al que se dispone en el centro del tablero para recibir los envites del resto de jugadores... Y cuando no recibe aquellos envites, se procura con artes pueblerinas, de una idea, de una actitud supuestamente provocativa para atraer la atención y volverse a convertir en el torombolo de cualquier propuesta de ocio.

Desde mi perspectiva veterinaria, desde la experiencia en la vida, tengo una conclusión que no ha de fallar: estás muy solo, no tienes nada ni nadie. Sí, puede que trabajes en Pinto, puede que seas un simple corrector ortográfico de un diario deportivo de tirada nacional, puede que desayunes colacados con crujientes galletitas y que te arreén collejitas los compañeros... Pero puede que no. Y en todos los casos, solo me procuras pena. No tienes importancia alguna; únicamente nos has servido para entretenernos un buen tiempo; pero ya nos hemos cansado de tu participación en el juego, ya no aportas nada más por más que lo intentes.

Debe ser triste ser una mera anécdota, un pegote en una comunidad, algo inocuo, insaboro e inoloro; un ser sin sentido, sin sensibilidad, sin mayor proyección en la vida que presentarte en público para que se diviertan azotándote... Eres una pena. Y me das mucha pena.

Besotes