martes, 27 de enero de 2009

CERDO CERDO SIETE CONTRA EL DOCTOR DO

Bundum, James Bundum. Era ésta su tarjeta de visita: Bundum, James Bundum: el Agente Secreto Cerdo Cerdo Siete, al servicio de su Majestad, Mafi.

El Superagente Especial Bundum había sido entrenado durante mucho tiempo para asistir a los Gobiernos en la guerra psicológica. Bundum, James Bundum, era capaz de desestabilizar con su sola presencia, a quien dispusiera de un ápice de valor para enfrentarse a él. Era tenaz y persistente, monótono y lineal. Era el "arma secreta" del gobierno sometido al reinado de la Reina Mafi: Turtle State.

En misión secreta, Bundum, James Bundum fue enviado al Casino de Montecarlo; su misión: infiltrarse en la mesa de bacarrá y someter a vigilancia al Doctor Do, al que las últimas informaciones situaban como poseedor del arma secreta por la cual pudieran convertirse todos los caballos en tordos; y no solo en el caso de los caballos, sino que el experimento igual servía para un conejo, que para un buitre leonado: el "tordinificador impulsivo":

- ¿Jugará a ruleta esta noche, señor?
- Ni de broma, sucio mentiroso; yo no juego; y si por mí fuera, no hubiera pagado esa asquerosa entrada de 30 euros con la que pretenden estafar a los usuarios.
- Disculpe el señor, dijo un camarero. ¿tomará algo?
- Iba a decirle que no pruebo el alcohol y que considero como auténticos borrachos a quien abusa de la bebida (exceptúo en este campo a mi amiga Gin, a quien si considero experta en estas lides); pero, por otra parte, si le he de decir que me gustaría tomar un colacado calientito, agitado, no mezclado.
- Son 30 euros
- ¿Usted por quien me ha tomado, sucio mentiroso? Primero me ofrece tomar algo y luego quiere cobrarme 30 lauros... ¿Es usted acaso, miembro de alguna Secta?

Cerdo Cerdo Siete divisó a lo lejos la mesa de bacarrá. En ella, sentados y jugando, dos viejos conocidos: Spy y la Juani. Bundum, James Bundum, se sentó entre ellos con una ficha de dos euros.

- ¿Dónde vas con dos euros, Bundum?. Me estoy interesado en saber qué quieres hacer con eso, dijo la Juani.
- Yo no compro fichas de más de dos euros. Me parece una estafa propia de estafadores, contestó Bundum.
- Pues mire usted, ¡¡¡¡nada mejor que para jugar disponer de diez millones de euros en FICHAS NUEVAS!!!! QUE HACEN QUE PUEDA APOSTARSE A CIENTO ocheinta y tres posiciones Y ¡¡¡¡¡ GANAR TODA LA PLATA!!!!! aquí y en el Casino de Santa Anita.

Al otro lado de la mesa, se encontraba el sinietro Doctor Do. Tenía apariencia de anciano; la piel arrugada, sin orejas, con el cuerpo alargado y rugoso; iba vestido con un ridículo traje de Madelman esquiador. Mirándole fíjamente, Bundum le dijo:

- Buenas noches; mi nombre es Bundum, James Bundum.
- El Doctor Do le contestó: "Ya. Ya lo sabía, nada más ver su colacado y la cara de panoli. Mire usted, le diré en confianza, que yo me he convertido en Doctor Do, habiendo sido en mi juventud, la Tortuga de Mafi. Como usted sabrá, acompañaba a la reina Mafi a sus clases de enfermería: mientras ella dibujaba snorcles y aletas, yo atendía a las explicaciones docentes y conseguí el título, mientras mi reina aún arrastraba cuatro asignaturas de primero... Son cosas de la capacidad de cada uno. Y mi aspecto, usted se preguntará, es descaparazonado como consecuencia de otra larga historia que no viene al caso".
- Interesante, replicó Bundum. ¿Y este afán de tordificar?
- Considero el blanco nuclear como el signo máximo de pureza. Es por ello, y por llevar la contraria a una seta que nos persigue por lo que intento convertir en tordo, todo lo que toco, a imagen y semejanza de un Midas cualesquiera.
- Brillante, dijo Bundum. ¿Y qué he de hacer para convertirme al tordismo?
- Sencillo, dijo el doctor Do. Besar a esa mujer que se encuentra apoyando la cabeza en el tapete, más borracha que una cuba.
- Hostis, pero si es.... Si es Gin. Ni de coña, beso yo a esta taimada tiparraca.

En este impass, tanto la Juani como Spy se encontraban entregados a una pugna sobre el cruce óptimo para un caballo cruzado de Alabama, famoso por su indómito carácter y una yeguita inútil para las carreras pero de cara muy mona. La Juani se estaba interesada, mientras que Spy la veía más en polytrack que en pasto y por ello, desaconsejaba el cruce, aunque La Juani se estuviera interesada, que ese era otro cantar. En todo caso, la trifulca se había disparado, peleando ahora por el nombre del posible potranco que tendría outsourcing sobre el imbreeding: La Juani abogaba por el nombre Pirulo, mientras Spy preconizaba la necesidad de llamarle Gatuno... Cosas de ancianos.

En el extremo opuesto de la mesa, Bundum, James Bundum, luchaba en su interior por decidirse hacia el tordismo o mantener la fidelidad hacia su Mafi. Torditos por un lado, aspirantes al otro. Definitivamente, Bundum se decidió; asestó fuerte golpe a la realeza y se bautizó en el Tordismo... Desde entonces ha cambiado de hábitos; ha cambiado de nombre (ahora quiere llamarse Tordurundum), e incluso se ha hecho amigo del GPS, el conductor de almas de la Doctrina tordínica, el tipstero albo, el gran Mesias.

Finaliza de esta manera la saga de Cerdo Cerdo Siete, y comienza una nueva secuela: Terminator-Dos... Pronto en las mejores pantallas

lunes, 26 de enero de 2009

LA PARADA DE LOS MONSTRUOS

Perplejo y desarmado, atormentado he quedado al visitar la web www.elgemelas.es. Al principio pensé que se trataba de una broma; más tarde la perplejidad se apoderó de mí, al comprobar que todas las expectativas apuntadas en su cabecera se cumplían en apartados creados ad hoc. Se aparecen en esta página, con excepciones naturalmente, la mayor parada de frikies que en el mundo hípico se conozca:

narradores, pronosticadores, probadores de bebidas, entrevistadoras, tipsters. Un selecto grupo de personajes marginales, reunidos en un centro común. Sigo leyendo la relación de participantes y me ban sudores fríos desde el cuello a los huesos coxales.

Releo la relación de participantes buscando a Leonardo Dantés, o si acaso a Tony Genil, Paco Porras e incluso a la Momia y no. No les encuentro. Y me extraña porque en este grupeto hubieran estado de maravilla. No hay mejor ejemplo del dicho "Dios los crea y ellos se juntan" que lo que acontece en este disparate.

Suerte con la web, ELge. Te va a hecer falta

domingo, 25 de enero de 2009

AGRADECIMIENTOS DEL BLOG EL TURF DE MUDNURUBRAC (EINN)

La Dirección del Blog "El Turf de Mudnurubrac" quiere agradecer, con motivo de las 8.000 primeras participaciones, la buena acogida que han tenido los relatos incluidos por diversos colaboradores, y las aportaciones realizadas por los aficionados que han querido sumarse a la propuesta lúdica que desde este reducto se plantea.

Queríamos asimismo, agradecer la inestimable participación de nuestro Carbu, la gran Mafi con su inseparable Tortuga, de Gin y el clan de los sudamericanos, y las últimas y brillantes aportaciones del enorme Henrythenavegator (para nosotros, el GPS). Sin vosotros, la evolución del blog hubiera sido detenida en las primeras fases; sois vosotros quienes, gracias a Dios, dotáis de contenido este humilde espacio.

Carbu y Mafi, sin duda, con su Tortuga, ya no nos van a abandonar; la Gin y su grupo, siempre están en neustro pensamiento; se han consolidado e incluso, somos conscientes que nos incorporan a sus oraciones y que incluso, somos objeto de chivateo a las Autoridades superiores (gracias Gin: cuídate eso que deben ser reminiscencias de consumos mal equilibrados).

Pero el que realmente nos da vida ahora es el GPS. La verdad es que el asunto estaba un poco parado: con Carbu no podemos profundizar mucho, porque resulta de natural ramplón y lineal; con Mafi tampoco mucho porque no es muy lista; la Tortuga nos cae bien, la pobre: lo está pasando mal. Gin da juego, sí; es taimada, mala, cínica: te intenta meter la puya con malas artes, es bastante hipócrita y falsa; a mí, es que los que van de moscas muertas, son los que más miedo me dan... Y Epilady va de eso. Suerte, Lady, pero tampoco nos das ya mucho juego.

Ahora que GPS, como decía... Éste sí que mola; es más listo, más astuto, más audaz... Es un rival de mayor envergadura que ha entrado en el juego de manera impulsiva; ha irrumpido en la batalla con ganas de dar juego... Y a buen seguro que lo va a encontrar. Además, tiene todas las cualidades que definía Cela para los malnacidos en Mazurca para dos muertos: es conbarde (sabe a quien ataca), es taimado y astuto, es irrespetuoso, ha sido creado con un único fin, provoca y altera la convivencia... Es un magnífico candidato para el enfrentamiento.

La Dirección del Blogg quiere agradecerte esta irrupción, y solicita fervientemente que no amenaces con el abandono, tal y como puede intuirse en una de las últimas mierdas que has colgado en el Foro de AG. No seas así: persiste... verás cómo encuentras recompensa, amigo... qué digo amigo... hermano.

La Dirección

viernes, 23 de enero de 2009

TARDE DE TORDOS

Las cinco de la tarne, sol y moscas, clarines y timbales. En el portón de los sustos, tres valientes: Manuel Benítez, el Tordobés; Héctor Bocasucia, el Tildes; y cerrando el cartel La JUani, veterana becerrista de Winsconsin, Alabama.

Momentos de tensión, calor, sudores, miedos disimulados o indisimulados. Tarde de tordos.

El paseillo; estampa cromática de lo que es la Fiesta: colorido de los trajes, frente al color del albero; las gradas repletas de público multicolor; brillos en los alamares, sudores en las frentes; el miedo, la responsabilidad.

El Tordobés, en blanco y plata, arreciando su fervor tordiano; El Tiñldes en bermellón y oro; la Juani en pirulo y negro, en honor al gran potranco del que me estoy interesado. Capotes al viento en ilusorio entreno.

Clarines y timbales. se aclara el ruedo; primer tordo, 555 kilos, ensabanao, veleto, astifino. El Tordobés se refugia en tablas y dice que le toreé Rita. Rita no se presenta y el Tordobés, pa la trena. LO recibe el Tildes, de hinojos; el toro, engallado le puntea el fino capote bermellón; el maestro se trastabilla y pierde el equilibrio; una toruga, ágilmente, le hace el quite, y el Tildes puede tomar el olivo. Aplausos para la tortuga y dos collejas para el maestro, asaeteadas por un aficionado que no puede reprimir su impulso más primitivo. Mientras se cubre el tercio de banderillas, el matador da un buchito de agua en un vasito de plata y se mete dos tazones de colacado vip express... Las galletitas pa luego, le dice el mozo de espadas... "pa luego, pa luego... vaya ortografía", dice el Tildes.

Pases de castigo; no hay faena. A matar. Saca el tildes el estoque y sin hacer la cruz, deja media atravesada que puede servir. El tordo cae rodado y sin puntilla. El público pide las dos orejas y el Presidente solo concede una "debemos dejarle la otra al Tildes para que pueda escuchar algo... al pobre".

Arrecia la lluvia y se suspende la corrida de tordos.

Por megafonía se anuncia la suspensión: "Tordos a casa, que está cayendo la del pulpo"... Volverán oscuras golondrinas, Héctor... ya volverán

jueves, 22 de enero de 2009

EL GPS

Tenemos entre nosotros un GPS frustrado. Vaya por Dios. Siempre ha de haber un tonto entre nosotros. De locos: un individuo que pretendiera convertirse en GPS y que a lo más que pudiese aspirar es a reconducir una manada de asnos, le convierte en un sujeto cuando menos, pintoresco.

El GPS es un individuo intermitente; libera las tensiones causadas por la frustración en secuencias; las que le permite su enfrema personalidad; sin ninguna fijación consistente, su alterada psique le obliga a aparecer y eraparecer con un único obetivo: ser payaso.

El GPS perfectamente hubiera entroncado con la saga de Popoff y Tedy, de Gaby, Fofó y Miliki, e incluso, hubiera resultado integrante estelar entre los Calatrava´s Brother. Es un guasón. Nos divierte, nos entretiene, nos ofrece grandes momentos de diversión. La secta se ríe, se enorgullece de tenerle entre nosotros, nos da vidilla, nos relaja, nos proporciona la seguridad de ver que hay gente tan baja, tan baja, que es capaz de hacer bueno al probre represor fascista amante de los torditos.

Nos partimos contigo, GPS. Eres de vital importancia para todos nosotros; entre tanto hastío; en el aburrimiento cotidiano, hemos encontrado esa tabla de slvación que buscábamos; ese gancho al que agarrarse para no perder la fé que a veces se pierde; ese convencimiento íntimo de que siempre hay un idiota que es capaz de superar cualesquiera cosa que la mente sea capaz de imaginar.

Gracias GPS, gracias Navegador, pueblerino tirano, insípido debatista, rastrero polemizador. Gracias por hacernos felices, por encontrar el punto que nos falta para el entretenimiento. Y solo una súplica: sigue entre nosotros; que no nos abandone este Maniac Marvel que vende buhardilla en Ópera o Huertas, que comparte cajón de sastre con otros compañeros de celda, con otras mierdas, con otros complejos; y pido a todos los Santos y a los Cristos y todo eso que nos permita seguir disfrutando de nuestros Metejones, Rockhardtens, Bejarys, paletos Clamores. De estos gemelas que por el mundo reparten sus poliadicciones.

Gracias a los coros celestiales que impiden que alguien tan penoso y limitado nos abandone. Gracias, gracias. Tu tabaco, Ramón... Gracias

UN MUNDO MARAVILLOSO

Herr Tord Itto miraba con arrogancia por la ventana de su despacho. Estaba totalmente satisfecho con la labor que había realizado en sus casi nueve meses de mandato. Tras una dura lucha contra algunos malnacidos había conseguido subir a lo más alto del panorama turfístico del Cuarto Reich. Gracias a sus contactos en las altas instancias a base de múltiples noches corrigiendo textos, se había hecho el amo y señor de la industria hípica de la Fatherland, como a él le gustaba referir a su país. Había exterminado cualquier pura sangre que fuese de la asquerosa capa alazana o castaña, dejando sólo los pura raza de noble capa torda; bellos ejemplares allá donde vayan, sin que por ello le hubiese temblado el brazo para expulsar a aquellos que no quisieran teñir sus pelajes de gris acero. Por supuesto, no serían reales, y estaban destinados por decreto a ser los últimos de las carreras, y por fin había dado un toque de color y de sensatez a las carreras de caballos.

Sus logros no habían terminado ahí, ni muchísimo menos. Salvo su fiel Secretaria Técnica Fräulein Borr Acha von Tankeray que tenía bula para ingerir bebidas espiritosas, había erradicado el consumo de alcohol en todas las instalaciones de su competencia, dejando únicamente dispensadores de Kolh Acadho caliente y crujientes galletas Chikilinen, manjares que nunca faltaban en el palco bermellón donde presenciaba las carreras allá donde se celebrasen. Siempre asistía con su inseparable Asistente Maff Gord Issimen von Suppenschildkröte, quien pese a estar aún estudiando a sus 42 años de edad, sabía perfectamente los gustos de Herr Tord y lo que quería oír en cada momento. Ella le animó también a llevar a cabo su idea de realizar única y exclusivamente carreras de Gentleman y Amazonas en el hipódromo de Giannien Ribot Interestung Me, una aldea a 976 km de la capital, a más de 70 de la civilización, y por supuesto, fuera del calendario turfístico diseñado por él. También estaba Quique el balsero, pelota de marca mayor cuyas cobas dio lugar a que Herr Tord le contratase como portero jefe de accesos, con un precioso uniforme blanco bordado el lema del hipódromo "un tordito, un eurito" en bonito bermellón.

Tenía predilección por el jockey Paquiten Jimenshuzz al que idolatraba desde su tierna infancia. Quizá era la única cuenta pendiente que quedaba en su haber y que le impedía dormir por las noches. Paquiten, pese a su apoyo, no ganaba una carrera jamás. Incluso una vez en la que corría un solo participante con Paquiten en la grupa, en el G.P. Gafes Club grupo XXIII quedó inexplicablemente segundo. Su disgusto fue tal, que mandó a arar a cuatro de los alazanes tostados que aún quedaban en las checas más antiguas del Hipódromo. No obstante él, el gran Herr Tord lograría traer la justicia… llegaría a tener un turf de calidad… llegaría a…..

Zassss!!! (Colleja) Tontolaba, despierta!!! Venga, deja tus caballos y tus chorradas y ven a desayunar que ya te han pedido tu colocado. Si es que eres más tonto…..

miércoles, 21 de enero de 2009

LA ESCALERA DÓNDE ESTÁ, por Sacha Distel

Decía la canción de Sacha Distel, "¿la escalera dónde está, dónde está la escalera?". Festivalera canción, de tremendo éxito en los años 70, con ese Sacha vestido con chaquetas de charol o negra con lentejuelas vistosas. ¿Dónde está la escalera?... Pegadiza, inolvidable y animada melodía que hablaba de un grupo de bomberos que habían perdido la escalera y que tenían que apagar fuegos ideando técnicas extrañas.

¿Dónde está la escalera? comentaba hace algún tiempo Henrythenavegator en el Hipódromo. Parece ser que se había pasado con el consumo de algunos productos escasamente perecederos y que el organismo, que es sabio, había reaccionado con indefinición, confusión y desequilibrio electrolítico, lo que provcaba mareos y desasosiego en nuestro protagonista.

Subió las escaleras con denodado esfuerzo, balanceando su frágil cuerpecillo a la derecha y a la izquierda (lo mismo que hace ahora Gin). Con la ayuda de unos amables aficionados consiguió recomponer la verticalidad; atusóse el cabello, miró al suelo y dijo: ¿dónde está la escalera?. Acto seguido se vió flotando e iniciando una caída a cámara lenta... No veía la escalera. En realidad no veía nada porque llevaba una mierda como un camión. Cayó por la escalera y a Dios y a una barandilla hay que dar gracias de que no ocurriera mal mayor.

Al levantarse, con un brazo quebrado y la cara lívida y dura (siempre ha tenido muy dura la cara), buscó culpables... Y resulta que la culpa fue del chachachá...

A recuperarse, R

LA CONSULTA DEL DOCTOR SUGRAÑES. HOY: RG

Estimado Doctor Sugrañes:

Creo que tengo un problema con las alturas. No es un problema de aviones, ni de subir montañas; el problema me viene cuando subo por un edificio. No es vértigo, que eso lo tengo controlado; es otra sensación más física... más impactante.

Fumo, doctor. Fumo como un carretero; y bebo, doctor. Bebo como un cosaco. Las manos y la ropa me huelen a tabaco (igual tiene algo que ver el hecho de que no me cambio de chaqueta ni que me fusilen; por cierto, una bonita chaqueta de piel marrón); el aliento me huele a la coñá, como si de una amiga mía se tratara.

Con todas mis poliadicciones, cuando intento subir unas escaleras, me entran temblores, sudires fríos, comienzo a ver gente a mi alrededor con perversas intenciones. Me intento aislar entonces, doctor. Pero entonces, sin darme cuenta, alguien que no logro identificar me empuja... Ruedo escaleras abajo y suelo meterme unas hostias memorables.

Gracias a Dios, en muchos lugares hay barandillas que detienen la caída libre. En otros lugares que frecuento, he solicitado la implantación de colchonetas para que, ya que caigo rodando, pueda emplear estéticas técnicas para alborozo de los observadores. Así empleo a veces el rodillo ventral, otras veces adapto el Fosbury a la caída; y en una ocasión, logré ejecutar brillantemente el Salto del Ángel, con soltura y destreza.

Doctor: ¿es malo lo mío?. Muchas gracias.

RESPUESTA DEL DOCTOR SUGRAÑES:

Efectivamente, Henry. Veo muchos problemas derivados de tus poliadicciones; estos problemas agravan tu perfil psicológico (de por sí complejo). Tus temores denotan mucho complejo; tus adicciones pretenden ocultar tu escaso autoaprecio. La valoración que tienes de tí mismo, concuerda con la que tienen los que de fuera te observan. Y entonces, para llamar la atención, subes y bajas escaleras de manera angelical, sin apoyar apenas los pies.

Las hostias que te metes son espectaculares, tanto por la grandeza y dimensión, como por la plástica que adoptas. Son grandes caídas de la Historia, enormes volatines sobre fría piedra o madera de fresno en tablones rígidos. Y como si de una metáfora se tratara, la barandilla. La barandilla te informa que hay que detenerse; que la caída puede pararse. Que solamente hay que pensar como una buena persona... y no como un hijodelagranputa.

Amigo, qué digo amigo, hermano... Al psiquiátrico de Burjassot a que le traten. Y si no hay avance, quédese usted allí; que aquí nadie le echará en falta

TERMINATOR-DOS

Terminatordos es continuación de la brillante saga iniciada, cómo no, por Terminator, al que no se le puso el uno, al no predecir que se fuera a hacer segunda parte, ya que si esa hubiera sido la intención de sus creadores, nada les hubiera costado poner el uno. Digo yo.

En Terminatordos, el protagonista, Carbuzeneger desempeña papel de héroe que lucha a brazo partido por intentar evitar un horizonte de futuro dominado por las Hordas Alazanistas que propugnan la democracia por un Planeta Tierra del siglo XXV, que por el culo te la hinco.

Carbuzeneger recibe información de unos parientes lejanos que regresan del futuro, que le informan que la cosa está muy malita y que hay que dar un giro copernicano a las tendencias de posesión que en el momento actual se están ejecutando: la regresión hacia la exterminación de los torditos. Entre los parientes del futuro y Carbuzeneger deciden mantener en el tiempo,una estirpe de caballos tordos ocultos, mantenidos y cuidados por la fiel Mafi, evitando la extinción. Igualmente, se cuenta con la valoración de cruces de la especialista Ginebra (especialista en el condumio de brebajes alcohólicos, claro está), y las sabrosas aportaciones de La Juani y Cipoya, abordando la problemática de estos torditos en terrenos inundados por politrack.

Dicho y hecho, el grupo disidente alquila unos terrenos en las montañas palentinas, construyen unas cuadras que ocultan bajo los sabios consejos de Cipoya y sin emplear escaleras por si RG quisiera sumarse al grupo de disidencia, e introducen treinta y seis sementales torditos y ciento una hembras de vientre del mismo pelaje. La supervisión de los cruces (de los caballos) la prepara Ginebra entre trago y trago, resaca y resaca y la protección del reducto tordínico queda a manos de Mafi y su grupo de inmersión.

Mientras tanto Carbuzeneger sale a la calle intentando dinamitar el creciente poder alazánico; con una bomba de neutrones se cepilla la sede de El País; emite un comunicado desde Radio Andorra dando por finalizada la eliminatoria de la Copa Federación de Tenis femenino cuando aún se disputa el tercer set del partido decisivo entre Paraguay y Somalia; hay (sin que sea atribuible a una acción directa de Carbuzeneger, ya que aún no se ha reivindicado la acción), una ola de atentados contra tiendas de Tommy Hilfinger, y se levanta de la nada, en pleno Times Square una estatua de bronce de Paquito Jiménez.

A todo esto, los gobiernos democráticos del mundo, observando la respuesta del grupo disidente, ponen en marcha el Plan de Respuesta. La operación, recibe el nombre en clave de “Vamos a meter al atontado éste”. Se dispone de un equipo preparado de loqueros, psiquiatras de reconocido prestigio y amplia experiencia, celadores y comadronas (por si resultara menester), con dos GPS de última generación. Se introducen las coordenadas de Carbuzaneger y se da comienzo al operativo.

Pronto descubren los primeros rastros de Carbuzeneger en una chocolatería, donde únicamente se consume Colocado Vip Express Doble-Einn:

- Si, sí. Por la descripción que me ofrecen, he de decir que estuvo esta mañana aquí; sí, sí: tiene pinta de desgraciado y a cada momento pedía a los Moderadores que hicieran el favor de retirar mensajes de noséquien que le estaba insultando. Luego daba las gracias y a continuación, pedía perdón. Se despidió al grito de Un euritoooooo…
- Es él, comentó el equipo de rastreo

El siguiente paso fue dirigirse a la fábrica de Fontaneda en Aguilar de Campoó. El responsable sindical les recibió, y a las preguntas sobre el perfil definido contestó:

- Sin duda era él. Salió de aquí hace veinte minutos tras haber consumido seis cajas de crujientes galletitas y haber recibido un centenar de collejas de los que por allí pasábamos. Mire usted, era como un impulso irrefrenable: pasar a su lado y… toma hostia… Algo insostenible, mire usted.
- Le entiendo perfectamente, amigo (qué digo amigo). No le conozco y me están entrando unas ganas que no sé cómo explicarlas.

La persecución continuaba; se estrechaba el cerco y Carbuzeneger podía oler nuestra próxima presencia. Se dirigió a una yeguada próxima y cuando estaba a punto de abrir las cancelas de los boxes con caballos negros, alazanes y castaños, pudimos detenerle. La declaración fue extensa y jugosa. Extraemos parte de la misma para la valoración del público en general:

- Moderadores…. Cabrones. Perdón, gracias
- Secta: sucia mentirosa
- Un eurito al tordito….

Cantó la Traviata. Se pudo detener a Ginebra que declaró entre denodado esfuerzo porque soltara la botella:

- Yo nos sé sis es posibles que enm estos armario de Españas en Estado Unido estos snos pasasra nuinca. Me voy a chivarse y sosis mus malosmaente. Hip

¡Cómo está la dama!, advirtieron los detectives encargados de su detención.

Y Carburunzeger y Ginebra fueron puestos a buen recaudo. Mafi se olió la tostada, se compró una botella de oxígeno y se lanzó al Manzanares, con tan mala fortuna que encalló, y se supone que aún se mantiene allí escondida, agotando las reservas de oxígeno.

Las últimas noticias es que Carbuzeneger había pedido perdón otra vez y en un descuido, encontrándose en el baño de la prisión, había podido burlar la vigilancia de los carceleros y había escapado por el ventanuco de los aseos. Me dicen fuentes generalmente bien informadas que los carceleros que vigilaban su estancia en el baño, siguen llamando a la puerta y preguntando: ¿Termina tor-dos?... Y de ahí el nombre de la peli

domingo, 18 de enero de 2009

EL RETORDO DEL JEDI

EL RETORDO DEL JEDI

En una Galaxia, muy, muy lejana, gobernada con mano de hierro por el General Dark Cipoya y controlada por su fiel ejército de aguerridos soldados alazanes, gestionado con ejemplar disciplina por el Coronel Juani, y con la inestimable colaboración de los sargentos chusqueros Elge, Chasque y Jesús de M., se engendró un núcleo de resistencia integrado por valientes disidentes de la política antitordínica implantada a la fuerza por Dark Cipoya.

Este valiente grupo disidente estaba liderado por la Princesa Mafi y por el valiente y audaz Carbi Skywalker. De obligada clandestinidad, sin apenas medios de lucha, los rebeldes debían esconderse en uno de los más pequeños satélites de la Galaxia, Tordiquistán (capital Tordátel). Desde allí, los rebeldes discutían sobre la estrategia a emplear y los medios de los que se podía disponer para enfrentarse al tiránico poder establecido por Dark Cipoya. Como única nave espacial, se disponía de la Estrella Torda, nave blanquecina gobernada por Paquito J, que a la sazón, resultaba el único piloto en quien confiaba Carbi Skywalker.

Reunidos sobre la mesa de operaciones, la princesa Mafi, junto con el valiente Carbi Skywalker y su lugarteniente Torti Juan Quenoby trazaron un plan INFALIBLE (I-N-H-U-M-A-N-O): buscar a la única Maestra Jedi que aún quedaba con vida tras la persecución ejercida por Dark Cipoya en los tiempos de la revuelta tordínica: GINFISH.

El grupo de rebeldes montaron en la Estrella Torda y se dirigieron a Cuezolandia, la estrella donde se había refugiado Ginfish, escondiéndose de la acción persecutoria del ejército del Coronel Juani. El aterrizaje llegó tardío (no olvidemos quien pilotaba la nave), y al alunizar, descendieron con cuidado Torti Juan Quenoby, la Princesa Mafi (tocada de un estético snorcle) y Carbi Skywalker. Llegaron a una cueva donde se escuchaban cánticos de una voz anciana (“a bebers a abebes y a soplarr, ronsrons rons las botella rons").

Con sigilo, penetraron en la cueva y preguntaron: “Ginfish: por ventura sois vos quien canta con cazallero tono?”. Del fondo de la lúgubre cueva se escuchó: “sis sos yos quienes le hablas en las cuevas desde fondos”… Efectivamente, Ginfish, aunque en lamentable estado de embriaguez, se encontraba en el fondo de la covacha, rodeada de mejunjes diversos y botellas consumidas en número difícil de calcular.

- Buenas amanecidas, Gin. Venimos desde otros satélites y queremos luchar contra el tirano, le comentó Carbi, mientras Torti Juan Quenoby intentaba quitarse una escafandra rosa palo que le había colocado la Princesa Mafi, “porque quedaba mona”.

- “Esfestivamentes, soys Ginfishes y estoys chispadas... pa variarse, y os ayudares. Pero ante celesbremos vuestras llegada cons cuatros trago de orujos”.

- Será vosotros, que yo no bebo, dijo Carbi Skywalker.

Una vez celebrado el encuentro y degustadas las primeras diez botellas de orujo (blanco, naturalmente) de Cazalla de la Sierra, los aguerridos protagonistas de nuestra historia se pusieron manos a la obra: la Maestra Jedi, Ginfish, propuso un plan basado en la Fuerza… Nadie la entendía, por vocabulario y porque la chispa que portaba era digna de un buen descanso. Torti Juan Quenoby, la más despierta del grupo se ofreció de intérprete, a cambio de que la Princesa Mafi le quitara la braga tanga rosada con la que había tocado sus partes nobles.

- Bien, dijo TorTi; la Borracha dice que el Plan ha de pasar por la Fuerza… que la Fuerza os acompañe
- ¿Y qué es la fuerza?, preguntó Carbi Skywalker
- La fuerza, dice Ginfish, es masa por aceleración, y puede medirse en julios o ergios, por ejemplo. Pero lo que interesa en este caso, dice la Borracha, no es eso precisamente, sino la Fuerza de la Mente, la que se consigue al trasegar botellas y botellas de bebida espirituosa… como ella dice que hace.
- ¿Y cómo nos haremos merecedores a la Fuerza, si yo no pruebo el jarro?
- Yo lo haré, dijo la Princesa Mafi. Y dicho y hecho, se mete pal goleto treinta y una jarra de orujo de León.
- Que dice la Borracha, que era broma lo del jarro.
- Hijaputa hip, dijo Mafalda… Y lo dice hip… ahora.
- Está bien, dijo Torti; dice ahora la Borracha que la Fuerza la da el colacado.
- Esto es otra cosa, dijo Skywalker. Ahora nos vamos entendiendo… Y cogió su bote de treinta y un kilos y lo mezcló con calentita leche, haciendo inolvidable batido. ¿Y ahora?
- Ahora, vestido en tordos ropajes, habrás de llegar hasta el cogollo del Feudo de Dark Cipoya, abordarle y decirle “al tordito, un eurito”. Y tras ello, verás caer el Imperio Alazánico a tus pies.
- Gracias Ginfish. Te dejaré a la Princesa Mafi y marcharé inmediatamente a Tordiquistán, en nuestra nave, gobernada por genial mano por Paquito J. Me haré acompañar de TorTi Juan Quenoby. Pronto volveremos; una vez haya cumplido mi misión, reducido a Cipoya y rebajado el peaje interespacial, de 30 lauros que es impresentable.

Y el valiente Carbi, montó en cólera y montó en la nave y montó el pollo con Paquito, que se había puesto un traje espacial de marca Ralph Laurent…

… CONTINUARÁ EN EL IMPERIO TORDO CONTRAATACA

sábado, 17 de enero de 2009

LA BORRACHA DEL CHIVA´S

Hay gente que bebe con moderación; otros, por el contrario consumen morapio con desmedida desverguenza y suelen comportarse con lastimosa dinámica. Hoy me gustaría establecer un homenaje a este segundo grupo: a los borrachos patosos, y particularizando, voy a relatar un hecho irreal protagonizado por una presunta anciana que representara a la perfección a los individuos encuadrados en el segundo grupo: me refiero a la Borracha Chivata.

La Borracha Chivata sería una mujer de edad que viviera en España aunque fuera de otros lares, más cálidos, más húmedos; de otros lares donde la psicología es una de las ramas más trabajadas (y explotadas) por sus habitantes. La Borracha que se chiva´s, mantendría un cierto grado de influencia sobre el devenir de las carreras en el Hipódromo de La Zarzuela: una chivata con poder y ganas de trasegar... Danger.

La Borracha Chivata sería catalogada como chivata por su experiencia en estas lides; por meterse donde nadie la llama, por emplear su mala sangre, travistiéndola con un toque sibilino de presunta educación y firmeza de ánimo. Nada más lejos de la realidad, la Borracha que se Chiva´s, es un deshecho de tienta que ya antes ha intentado meter cizaña transmitiendo información calumniosa a otras gentes; como no es capaz de arreglar desaguisados y disfruta con el enfrentamiento, se dedica a malmeter, a informar de cuanto sucede a su alrededor enfrentando comportamientos y creando disputas.

La Borracha que se chiva´s, es un asco de señora; y además es muy mayor.

viernes, 16 de enero de 2009

MASFALTA QUE SU TORTUGA

Tras recibir la evaluación de conocimientos correspondientes al ejercicio 2008, en segundo curso de Enfermería, por la Universidad de Tordi Sprim, la alumna (permanente), Mafi, ha obtenido el galardón de “Más-falta que su tortuga”. Las notas obtenidas han sido las siguientes:

- Inmersión: suficiente
- Acceso a la superficie: muy deficiente
- Embarrancado: notable
- Primeros auxilios: muy deficiente
- Últimos auxilios: insuficiente
- Boca a boca: suficiente
- Masaje Cardíaco: deficiente
- Masaje artístico: notable

No se procede a su expulsión porque después de tantos años juntos le hemos tomado cariño (a ella y a su tortuga). También influye que los padres de la interfecta, con tal de no tenerla en casa todo el día, han realizado donaciones de envergadura para la construcción de nuevos pabellones, cuestión muy valorada en esta toma de decisiones.

Se plantea, por parte del claustro de profesores, que en el improbable caso de que algún año, termine sus estudios, se le conceda el título con un anexo que informe sobre el elevado riesgo que contraen los contratantes, evitando cualquier responsabilidad que sobre la Escuela pudiera recaer.

Asimismo, en el certificado de evaluación que se incluye en este boletín, se informa a los padres sobre las reiteradas advertencias que se le han hecho a Masfalta, sobre el empleo en clase de snorcles y bombonas de oxígeno; esta indumentaria provoca hilaridad en los compañeros con la consiguiente falta de atención.

Se solicita además, que la tortuga que acompaña a Masfalta no le chiste en los exámenes y venga acompañada de la correspondiente Cartilla Sanitaria en orden de revista (la tortuga… bueno, y Masfalta).

Finalmente, y al haber observado que en los últimos tiempos, Masfalta se hace acompañar de una anciana borracha, a la que cariñosamente, llama Ginebra, se requiere a los padres que impidan estas compañías, por considerar que se trata de una mala influencia para su hija.

jueves, 15 de enero de 2009

ANOCHE SOÑÉ, BENDITA ILUSIÓN

Anoche soñé, bendita ilusión, que amanecía domingo templado y lluvioso; que al despertar, yacían ciento treinta y seis odaliscas que me rodeaban en una habitación diáfana con doseles de mármol y columnas dóricas sobre las que se recostaban jarras de plata repletas de vinos viejos tintos y restos de lo que hubiera resultado un festejo mayor.

Y me veía levantarme y pasear zigzagueando entre los desnudos cuerpos de mancebas dignas de cualquier retrato de Rubens, entre restos de ambrosías que dispersadas, copaban la fría piedra del suelo... Y me dirigía a las termas a disfrutar del reparador baño matinal, entre aguas cálidas y límpidas y retazos de lavanda y menta que aromatizaban el contenido de la pileta. Una vez aseado, me dispuse a cubrir mi hercúleo cuerpo con finas telas del lejano Egipto que rodeaban mi poderoso talle y terminé mi vestido con una braga que sujetaba con dignidad un par de cojones del tamaño de melones del mismísimo terreno de secano de Villaconejos... Enormes bolas que hacían guardia sobre un verdadero cañón de artillería pesada, al que por dimensiones y volumen llegaron a referirse como "El Gran Bertha".

Adecentado y vestido monté en carruaje digno de reyes, con cambio automático y con un cavallino rampante como adorno representativo. El vehículo a motor, manejado con suavidad y eficacia por una joven peloponesa, cuyas tetas parecieran sacadas de una revista dirigida a pervertidos sexuales, que basaran su desviación psiquiátrica en la búsqueda del volumen excesivo, me transportó hasta la puerta del Hipódromo de La Zarzuela, donde observé cómo las entradas se encontraban engalanadas por esfinges con la cara y el cuerpo del primer presidente de la Asociación de Aficionados de España, desaparecido durante una orgía sexual, en la que al parecer sucumbió bajo los terribles senos de una bella manceba que continuamente se preguntaba "¿esta mano es izquierda o derecha?", o en casos, "¿y si me pongo la manga del jersey en un brazo y meto la cabeza en el agujerito grande?"... Cuestiones de vital importancia y que denotaban un intelecto perfectamente evolucionado.

Entré por tanto, reverenciando una de esas cabezas barbadas esculpidas a mano por una de sus ex-amantes, que firmaba sus obras con el nombre de "O.C, Condesa", y a la que unos graciosillos habían completado... "me la pone tiesa".

Una vez dentro, recogí uno de los afamdos programas de mano que a la venta estaban por el módico precio de 6 sextercios de vellón del campo, donde observé gratamente, un bello relato firmado por un artista del momento: Lorgot Tellado.

Pasee por la orilla del paddock y pude observar a un embozado en el tejadillo que miraba incrédulo y observador; al cruzarme con él, ataviado con un elemento plástico azulado de modas antañas y una pulsera añil semejante a los utensilios que se emplean para espantar moscas a la orilla de los grandes ríos, volvimos nuestras cabezas instintivamente y nos reimos en callado silencio... Como un par de anormales... Eso es... Como un par de verdaderos anormales. Saludé a un centenario chopo ornado con una chapa metálica que decía "Aquí se apoyó L. Quercus, aquel que nunca cruzó plabra alguna con los suyos... y no era mudo, el joío..." (la última parte de la escritura, la verdad es que parecía redactada por un infante, más que por un amanuense versado).

Me apresté junto a unas taquillas de apuestas desde las que pude observar a individuos de varias calañas: una bella mujer que sutilmente, a quien quisiera escuchar decía "nunca digas este cura no es mi padre, ni esta polla no me cabe"... Un pedazo de bestia en potencia, la bella dama... Más allá, dos individuos embozados, se encargaban de zancadillear a otro, que por efecto del trance, rodaba escaleras abajo; los dos sujetos se felicitaban conversando de esta manera: "Cagondios Manolito, que hostia le hemos metido"; a lo que el otro rebatía, "Mira Pakito, mira como rueda... Hale qué hostia se ha metido con la barandilla"... Y justo en la barandilla, otra persona, recta y humilde, recogía los pedacitos que quedaban del caído y se aprestaba a mantener firmes las heridas, taponaba con ungüentos las rozaduras y aliviaba los dolores con maternal esmero... Aimar que te meto, se oyó decir al individuo zancadilleador, y el buen samaritano paralizó su buena obra.

Más abajo, dos jóvenes dicutían sobre las lozanas muchachas que lucían encantos en la pradera; uno de ellos le decía al otro: "ya va para veintinueve primaveras y aún he de perder la inocencia"; a lo que el otro joven respondía, "mejor con ésa que permite mensajes privados".

En la bocanas de entrada apareció un camionero que había averiado el trailer; envuelto en un aura angelical, con un gorro que servía en los días de lluvia para tapar el coso taurino de la calle de la Magdalena en Castellón de la Plana, y que había llegado para dejar huella entre nosotros. Del camión, descendió majestuosa una audaz dama que dijo "R2D2, al camion ótra véz", empleando tildes de manera arbitraria.

En las taquillas dos individuos rompían sus tablas una y otra vez. Tenían rotas ya 136 juegos de tablas y las rompían cada vez que no acertaban carerra alguna: Jacinto y David eran sus nombres. El primero iba en compañía de un transitor y el segundo se hacía de notar a los acordes extentóreos de "Como una ola..."...

Y allí, a lo lejos, protestando por el precio de las entradas, por el enfoque de la televisión, por el polvo del camino, por el precio de los sandwiches mixtos, de la bajeza de los urinarios y del verdor de la hierba, estaba nuestro Héctor...

Y en el sueño, me acerqué a a él y con sumo cuidado, con reverencial respeto... le besé...

... Al tontolaba

HÉCTOR Y EL TORDO

Vivía Héctor en su montaña, separado del mundanal ruido, de todo aquello que le parecía una sucia mentira, una sociedad gobernada por demócratas, de gente que desconocía el significado del forfait-list; de ignorantes que no tenían ni idea de que en Francia aún se consume carne de caballo, y que cada 15 de agosto, como siempre sin tarjeta, se corre en Donosti (para él era San Sebastián, naturalmente), la Copa de Oro.

Y vivía Héctor dedicado a la meditación y cuidando un rebaño de caballos; no de caballos cualquiera, sino de una enorme manada de alazanes tostados... Ahí es nada. Un día de ocio, Héctor, aburrido de dar vueltas a los posibles candidatos de la Copa América y de echar horas al análisis de los posibles vientos dominantes en la regata principal, y al no haberse comunicado con persona alguna drante más de diez días, decidió gastar una broma: saldría corriendo hacia el poblado más próximo, poblado en la ladera de un monte suizo, donde los habitantes no hacían más que vestir con camisas de marcas reconocidas, y llegando sudoroso y espantado decir que había visto al tordo feroz y que había plantado cara a toda su manada de alazanes tostados, atacándolos despiadadamente. Dicho y hecho, nuestro Héctor corrió ladera abajo hasta llegar a los dominos de los acaudalados y marquistas vecinos, gritando... "un tordo feroz, un tordo feroz".

El pueblo se movilizó solidariamente. Se armó y se dirigió a lo alto del monte donde pastaban felizmente los alazanitos. Al ver que no había sucedido nada, le preguntaron a Héctor: "chaval, ¿eres gilipollas? A cuento de qué coño haces el imbécil de esta forma. Deja de tocar los güevos a ver si te vas a tragar este contenedor de carne de caballo, que, como sabrás, se ha adquirido en Francia"...

Héctor, satisfecho con su broma, descansó feliz unos días. Se le veía a escondidas y en solitario, contando su hazaña a una tortuga descaparazonada que le miraba entre perpleja y quejumbrosa. Y a la vez que le contaba la historia, el atontao se moría de risa. Al cabo de unos días, decidió repetir la supuesta broma. Jadeando llegó a l pueblo gritando: "un tordo feroz, un tordo feroz". LO vecinos volvieron a alarmarse, se dispusieron en formación para ayudar y al llegar a la manada vieron que reinaba la calma y la tranquilidad... "Pero bueno, imbécil, ¿tú eres bobo?". Héctor se moría de risa con su gracia, la tortuga se escondía con verguenza ajena y un vecino le criticó, amenazándole con darle un par de ostias si volvía a repetir tan gilipollesca bobada.

Finalmente, una noche de luna llena, de esa luna que hace las noche mijeñas limpias y esplendorosas durante casi tres meses, apareció por las inmediaciones de la manada de alazanes tostados el auténtico, el genuino, el único... Tordo Feroz... Héctor bajó corriendo a pedir auxilio. Los vecinos al verle le dijeron, ¿qué pasa Héctor, amigo... qué decimos amigo... hermano?... El Tor..., el Tor... el Tordo Feroz dijo exhausrto.

¿Sabes lo que te digo?, le dijo uno de los vecinos. Que al tordito, un eurito...

Y el Tordo Feroz, mientras tanto, se acercó a los alazanes tostados, y muy cerca de las orejas, les dijo uuuuhhhh, uuuhhhhh.

Y colorín colorado, un eurito apostado

lunes, 12 de enero de 2009

DEBATE: LA BORRACHA, ¿NACE O SE HACE?

Interesante cuestión y motivo de un debate en el que se han podido extraer conclusiones de alto nivel, gracias fundamentalmente, al exquisito trato de los participantes, especialistas en problemas traumáticos y asuntos de índole psicológica: expertos en adicciones, paranoias y subterfugios varios.

La relación de participantes fue la siguiente:

Doctor Sugrañes (coordinador y responsable de la mesa redonda): DS
La Marquesa de Larios: ML
Héctor C "Bermelloncito de Oro Botella Ocluida": BOBO
Mafi: GO
Tortuga:TO
La Juani:LJ
Cipoya:CI

Este es un extracto de lo tratado:

DS: Abrimos la sesión, indicando el objeto de debate: La Borracha, ¿nace o se hace?
ML: Buesno diaz que stoy en esopaña conm las bebidas del calos y todsos tas contenmto
BOBO: yo no he de opinar sobre el asunto porque aunque acomplejado, no soy capaz de probar una gota de alcohol, que eso lo dejo para los sucios mentirosos que necesitan beber para poder pedir a los Moderadores que retiren todos los hilos en los que se me insulta
GO: naturalmente, se trata de un problema bastante GORDO. La bebida no es buena, y alguna de las participantes lo sabe por experiencia propia. El abuso del alcohol provoca, según he aprendido en mis largos (casi eternos, jeje) estudios de Enfermería, imposibilidad en el habla y en la escritura. Por ello, y visto lo visto, he de aconsejar que como dice BOBO, no se pruebe el alcohol, no vaya a tratarse de una adicción realmente GORDA con la que no se nace. Y ahora, me voy a meter en mi traje de neopreno, que voy de Morcilla de Burgos a un baile de disfraces.
TO: solicito a los moderadores de cualquier foro y a las almas cándidas que me ayuden a quitarme el traje de Spiderman que me ha calzado GO para tapar las verguenzas que me han quedado al aire, como consecuencia de la rotura inmisericorde de mi caparazón, debido a la presión ejercida por unas nalgas poderosas al sentarse sobre mi cuerpecilio. Gracias (mensaje 2.122 de TO)
LJ: Me estoy interesado en conocer la respuesta a esta pregunta, aunque he de decir, que TO lleva toda la razón; mejor haberle puesto el traje de Pirulo.
CI: yo no sé si la borracha nace o se hace; lo que sí sé ¡¡¡Y VOSOTROS NO TENÉIS NI IDEA!!!! es que una bOrracha en forma debería correr en 150 ocasiones en pistas de polytrack alcalino y ¡¡¡¡NO COMO VOSOTROS DECÍS IGNORANTES!!! que predicáis que la bebida es mala desde el nacimiento, en 1.000 carreras a la hora, doscientosmil caballos en una pista para luchar por un premio de 150.000 hl de ginebra sin destilar
LJ: Me stoy interesado en el premio
ML: Coños,,, y yoss tamien, si ay alcol yos me gusta muchu
DS. Calma, calma; que habrá alcohol para todos al final
TO: a ver si todos mamaos, me quitan el puto disfraz los cojones
BOBO: Ruego al Moderador que no me ofrezca alcohol, que no sé si he dicho antes que yo no bebo. Gracias (mensaje 13.121)
GO: besotes GORDOS para todos
LJ: Me estoy interesado en los besotes
GO: jeje. Te daré besotes GHORDOS el día que termine la carrera y ML se haga abstemia
LJ: la he cagado; tengo para rato, aunque me estoy interesado
BOBO: Ruego a los Moderadores me permitan luchar por el cariño de GO y sus besotes. Gracias (mensaje 1.232.987).
DS. Damos por finalizada la sesión. A topmar por culo. Cada uno a su celda y ML a la barra del bar a saciar sus necesidades.
LJ: Me estoy interesado... sí señor

sábado, 10 de enero de 2009

LA VERDAD SOBRE EL CASO DEL ROSA (artículo maldito)

Creo que ha llegado el momento de presentar a los miembros del foro una verdad incómoda, el octavo sello, el secreto mejor guardado desde los tiempos de la veleta.

Cómo vine yo a enterarme de lo que a continuación voy a relatar es preciso que se omita, que se puede decir el pecado pero no el pecador y, además, en una semana en que ha quedado constatado que detrás de cualquier mindundi puede esconderse un moderador parece mucho más aconsejable y piadoso callar ciertas cosas y hablar menos.
No siempre el foro ha sido lo que es. Mucho antes de la irrupción de Orígenes y Arifán, de Sansovino y Brezo, de Ginebra, de Louisville, incluso mucho antes de la irrupción de Gonzalo Griñán, el foro pasó por momentos críticos.

Sin imbreedings de qué conversar, sin genealogías de las que discutir, sin cruces imaginables con los que en paz contender, esta página de A Galopar no era más que otra insulsa y pobre parada en el cibercamino de los desheredados.

En este punto es menester que yo haga un alto para apuntar que, por entonces, no había seis moderadores por cada miembro del foro, sino dos o tres gerifaltes -mi fuente no ha sido muy explícita en esta cuestión- que, cogiendo al toro por los cuernos, se ocupaban de todo.

Uno de esos peces si no gordos sí robustos, versado como pocos en los misterios de este mundo y conocedor como nadie de los vericuetos del otro, puso sobre la mesa, con el propósito loable de acabar con la desidia reinante, una solución de compromiso:

-Podemos crear un miembro virtual. Alguien ficticio que, en época de escasez, proporcione ánimo al pulso del foro. Mi propuesta es que sea un personaje de redacción pulcra, pero impertinente: una mosca cojonera, vaya.

Sus compañeros, reunidos en corrillo informal, observaron la noticia con ilusión. En este mundo de hoy, por desgracia y por regla general, tienen más audiencia los seres provocadores que los intelectuales y, de manera habitual, todos los que no tienen grandes cosas que decir hablan a gritos.

-A gritos no, que las mayúsculas serían contraproducentes; pero podemos escribir en rosa.

Concibieron una clave inolvidable: Héctor, el héroe de la resistencia frente al ejército griego.

Ahora ya no tiene sentido ocultar la clave, porque, como pronto se va a ver esa clave se ha tratado de eliminar a posteriori decenas de cientos de veces.

El nick elegido, de grande y rotunda notoriedad, fue Carburundum, el caballo de la Cuadra África que había llegado en los ochenta a ser segundo del Gran Premio de Madrid.

Al principio, ideado a la manera de comodín, los encargados de la página acudían como niños con la clave común a Carburundum para avivar los rescoldos en las tardes de pereza o para atizar el fuego en las calentitas. Era divertido, y alcanzaron el extremo inverosímil de cantarse la tabla unos a otros usando del personaje virtual y olvidando -como si no se hubiesen producido- los agravios en la mesa de redacción: algo psicológicamente aventajado.

El "experimento Carburundum" fue durante aquellos meses una peripecia simpática. Atrevida, sí, pero simpática. El foro parecía mejorar y el número de adeptos aumentaba de manera exponencial.

Una mañana de malos vientos, sin embargo, uno de los integrantes del artificio se encontró con un mensaje demasiado subido de tono incluso para la línea que estaban siguiendo los mensajes enviados desde el nick común.

-Os habéis pasado con lo de la Copa América. Vomitiva es una palabra bastante fuerte incluso para él.
-¿Quién ha hablado de la Copa América?
-Pues tú o J.... Evidentemente habéis tenido que ser uno de los dos.
-Ey, que yo tampoco he dicho nada de la Copa América...

Así fue. Carburundum, el espíritu de rosa, había cobrado esencia propia. Una vez más la realidad superaba con creces a la fantasía.

Ninguno había accedido con la clave comodín. Ninguno había escrito nada sobre la Copa América. Como es lógico, los fornidos pececillos se dieron a las pesquisas con más nerviosismo que cabeza.

A juicio de mi informador, si en aquel instante se hubieran eliminado el nick el foro se hubiese ahorrado la memez de la Armada Torda, lo de los pijos, la elevación a los altares del por otra parte enorme Paquito Jiménez, las afrentas a los seguidores del Estudiantes y del Atlético de Madrid, el retintín de lo de Zetita, la defenestración del robusto gentleman de sesenta y nueve kilos, la diatriba contra los fundadores de la Cuadra Rosales, lo de los sucios mentirosos y los mamotretos estomagantes, lo del patinaje en los años de Paloma del Rio y el peloteo posterior y los insondables ríos de tinta vertidos sobre lo absurdo y cutre de unos nombres y la magnificencia de otros.

No fue así. Los gerifaltes le otorgaron a Carbrurundum un tiempo precioso y, como el ordenador en aquella película del espacio, se abocaron a una tragedia alucinante.

Ya no es posible detener a Carburundum. Siempre según mi fuente se le puede callar durante tres días como máximo, que es lo que le ocupa a su proceso interno superar todas las barreras que se le interponen.

La Historia nos ha dado ya suficientes ejemplos de este tipo: Frankenstein, Míster Hyde... No estamos preparados.

Concluía mi informador con un aviso descorazonador:

-Lo malo es que, ahora, y después de lanzar al foro para disimular la petición a los moderadores de que eliminemos ciertos mensajes, es el mismo Carburundum el que procede a su eliminación.

No se sabe cuánto va a durar en la página un artículo que no sea del entero agrado de alguien que fue originado para un loable fin, pero es necesario que los que logren leer estas líneas hagan un esfuerzo por recordarlas.

Desgraciadamente la maldición del hombre es el olvido.


* Este artículo ha durado en el foro de A Galopar el mismo tiempo que un colacado calentito en la puerta de las oficinas de Marca en Pinto

LA CONSULTA DEL DOCTOR SUGRAÑES. HOY: LA MARQUESA DE LARIOS

Estimado Doctor:

tengo una edad avanzada y me encuentro muy deteriorada por el abuso en alguna adicción con bebidas espirituosas. Ya desde niña, abusaba de estos brebajes espirituosos, que me daban la energía suficiente para ir a una escuela, donde no entendía nada de las reglas de ortografía, lo que hacía muy difícil el poder avanzar en cualquier área de conocimiento. Para muestra, bien vale un botón, y desde aquí, he de confesarle que este primer párrafo lo he tenido que dictar a un compañero de parranda y tragos que se ha acercado para abrirme la puerta, ya que en condiciones normales, no suelo ver el ojo de la cerradura y atinar con el llavín. El pobre ayudante, que va merluza total, se despide ahora y habré de continuar yo, con las causas de mi consulta.

Ya.

Dostor si asbro uns latsa de coscas colas cund voys tarjadas, sueslod cortarsme dedos y armariso chesters. Es anormal sirtuacioens enn casas de mias o lo demás persssona? Hesperandostod las erespuesta. garcías pro todos


RESPUESTA DEL DOCTOR SUGRAÑES

Estimada Marquesa. Esta aficioncilla suya... Hay que ser más prudente y comedida; posiblemente, el no atinar con el llavín en la cerradura sea consecuencia del abuso de productos que afectan al simpático y al parasimpático. Efectivamente, parece ser que el simpático lo tiene bien oculto (acaso desaparecido) y parasimpático... para simpático Spyrebel, que mola.

Mi recomendación terapeútica pasa pos meses de abstinencia: en el sexo, ya parece que vaya usted cumpliendo; ahora lo que queda es abstención en la ginebra; eliminar de la dieta bebidas de alta graduación; pasarse al agua mineral (incluyendo la de Vichy)... Vamos a ver si puede usted dejar de beber por un espacio de tres horas y verá como la vista se aclara, el sentido del equilibrio se recupera, la sequedad de boca se convierte en un paraiso de sensaciones papilares y gustativas... Verá usted que sin apenas esfuerzo, es capaz de articular mejor sus mensajes, de andar sin hacer eses...

Espero que su pronta recuperación se traduzca también en reducción de esa mala hostia hipócrita que se vé que destila; de ese encubrimiento de una psiciología atormentada, efecto sin duda del exceso de alcohol.... Suerte, amiga... qué digo amiga... hermana

A MENUDO, VEO TILDES, por Burrundum

A menudo veo tildes, le decía el pequeño bermellonado a un detective privado, vestido al uso, que había acudido a casa de su mami para desvelar el "secreto del tordito asesinadito". A menudo veo tildes, decía con voz fría; veo tildes en ambientes húmedos y frescos. Me imagino a veces, decía el bermellonado sujeto, deshaciendo diptongos y triptongos, colocando tildes en las palabras llanas que no acaben en vocal, en "n" o "s", o en las excepciones a esta regla; me imagino acentuando todas las esdrújulas... tordas...

El detective parecía confuso ante la declaración de aquel individuo; a menudo ve tildes, a menudo ve tildes, se repetía para si mismo... Y el detective, anotando la declaración, le preguntó de sopetón... "¿y qué has de decirme de las agudas, eh?".

El pequeño bermellón sacó un raro gesto que quería asemejarse a una sonrisa de satisfacción, pero al no estar acostumbrado a reirse, le salió una grotesca mueca, enseñando los dientes con restos aún de las que fueran crujientes galletitas del desayuno, empapadas en colacado bien calentito. Y con esa grotesca imagen, le contestó al detective: a menudo, también veo tildes en palabras agudas, en las que acaban en vocal, en "n" o en "s" y las excepciones... Veo tildes por doquier, a derechas (sobre todo a derechas) y a izquierdas (generalmente, las palabras más malnacidas y las tildes peor colocadas). Veo tildes a babor y a estribor en los veleros que compiten en esa desgracia para la Humanidad que es la Copa América, que también lleva tilde.

El detective sin dar crédito a las palabras de ese pequeño abermellonado, hubo de soprotar un breve arranque de furia del encarnado chiquilín, que le dijo: "estoy trabajando en una tesis para obligar a los que empleen la palabra tordo, a colocar una tilde; esta norma que sería de obligado cumplimiento, obligaría a colocar la tilde en la r, como un acto novedoso y muy particular".

- ¿Cómo va la tesis, amigo,... qué digo amigo?, le contestó el detective
- ¿A tí qué ha de importarte, malnacido detective?
- Joder con el bermellón, contestó el atribulado inspector.

El detective hizo inspección ocular en el lugar de los hechos: botes gigantescos de colacado vip express einn se hermanaban con cajas de galletas María Marbú en bandejas de pladur tintadas en tordos tonos; millares de fotografías de tenistas participantes en la Copa Federación se encontraban preparadas para ser quemadas en el hogar; polos de Ralph Lauren o Lacoste se encontraban apilados para proceder al desvirgamiento de los iconos publicitarios que, estampados, ocupaban la teta izquierda de los usuarios; enormes cantidades de carne de caballo procedentes de Francia y prestas para el consumo se encontraban en alacenas, esperando su consumo... Naturalmente, nada de bebidas espirituosas (eso para los débiles de espíritu, balbuceó el Bermellón), y litros y litros de Titanlux einn superblanco para tintar todo lo que pille en color tordo... Nada que fuera sorprendente en una primera inspección.

Lo que sí le hizo sospechar, en inspección más pormenorizada, fueron tres pelos color canela que asomaban bajo el mantel de la cocina, donde aún reposaban tazones y tazones con residuos de colacado; eran tres pelos que parecían de caballo; más concretamente de caballo alazán tostado... "¿Y estos pelos?, ¿con lo que dicen que odias a los alazanes tostados?", preguntó el detective... "Estos pelos, estos pelos...uhmmmm", balbuceaba titubeante el pequeño bermellón..."Estos pelos, que huelen a alcohol, que apestan a bebidas insanas, son sin ningún género de dudas de...".

"¿De quién?", preguntó ansioso el detective. "Son de Epilady... Sí, mantengo un romance con Epilady. Confieso, Como acto de solidaridad frente al embriague, decidí dejar las tildes, dejar los torditos y mantener una tórrida relación con la Marquesa de Larios; intentar apartarla del camino de la bebida y llevarla al sendero del Colacado"... "No he conseguido el objetivo y ella me ha abandonado por Spy"... manifestó entre sollozos. Cabizbajo por la confesión, solamente alcanzó a balbucear: "¿Dónde he de firmar mi declaración?"

- Bajo este escrito
- No, no firmaré, dijo el bermellón tras leer el contenido.
- ¿Cómo que no? ¿Pero, si has aceptado y declarado que los hechos fueron ciertos?
- Sí, he cantado, pero no puedo foirmar donde pone Hector
- ¿Entonces?
- Es que no puedo firmar donde pone Hector, porque Héctor, lleva tilde
- ¡Andá su vieja!

viernes, 9 de enero de 2009

UN CUTRE Y ABSURDO CUENTO DE NAVIDAD, por Adelmo da Ontrato.

“Era cutre el viejo Karl Gruñundum. Cutre y cortante como un pedernal; rezongón, protestón y cutre como ninguno. El frío que llevaba dentro helaba sus toscas facciones, mordía su letra afilada, abermellonaba su carácter, enrojecía sus frases, y salía a su exterior en una voz ronca.
Una vez a la semana, el mejor día –es decir, el domingo-, se sentaba enfurruñado frente al televisor, balbuciendo y mascullando.
-¡¡Vamos, Karl!! ¡¡Hoy hay Carreras en La Zarzuela!! –gritó una voz animada. Era nuestra querida amiga Jazz.
-Bah. ¡¡Paparruchas!!
Jazz estaba resplandeciente, la cara rubicunda y hermosa.
-¿Las Carreras una paparrucha, Karl? No quieres decir eso, ¿verdad?
-¡¡Sí!! –dijo Karl Gruñundum-. ¿Carreras? ¿Qué razones hay para ir a las Carreras? Siguen cobrando los muy ladrones 30 euros por entrar y aún no han colocado la escultura de mi busto en el Cuarto de Comisarios ni han retirado mi camiseta.
-Entonces –replicó Jazz- ¿qué interés se te sigue de estar en un foro de gente que va a las Carreras o que sueña con ir a las Carreras?
Al no tener respuesta apropiada, Karl Gruñundum dijo de nuevo:
-Bah. ¡¡Paparruchas!!
-No seas arisco, Karl –dijo Jazz.
-¿Qué otra cosa puedo ser cuando habito semejante mundo de imbéciles? Si pudiera hacer mi voluntad –continuó Karl Gruñundum, indignado- echaría del Hipódromo a todos los que se visten con polos Lacoste, a los clasistas componentes de la Cuadra El Drama Social, a los que no leen El Mundo; acabaría con los que se dan el capricho de montar a sus caballos con sesenta y nueve kilos, eliminaría todos los nombres absurdos y volvería a bautizar a esos pobres animales con mi nombre y enumerándolos; y suprimiría la vomitiva Copa América de Vela y callaría para siempre al Doctor Sugrañes por mucho personaje de Mendoza que se crea. Y también, de paso, a ese tal Tarado.
-¡¡Karl!! –suplicó Jazz.
-¡¡¿Por qué no te callas?!! Vive las Carreras a tu modo y déjame a mí vivirlas a mi modo.
Jazz dejó el cuchitril de Karl Gruñundum sin una palabra de enfado.
Por fin se quedó solo Karl Gruñundum. Tomó su acostumbrado aperitivo de Cola Cao y galletitas y se apoltronó en el sofá para dar una cabezada.
Karl Gruñundum tenía tanta fantasía como cualquier otra persona del foro, y no había concedido a Melquíades otro pensamiento desde que Melquíades partió a principios de Noviembre con su sombrero de alas de cuervo hacia los médanos de Singapur.
Así quisiera que alguien me explicara cómo Karl Gruñundum, que tenía cerrada la puerta de su cuchitril, contempló la cara de Melquíades con una expresión de horror y sentado Melquíades al otro extremo del sofa.
Un terror extraño e inexplicable se apoderó de Karl Gruñundum.
El cuerpo de Melquíades era transparente y neto. Era apenas una presencia invisible que murmuraba: “he muerto de fiebre en los médanos de Singapur”.
-¿Qué pasa? ¿Qué quieres de mí?
-He venido para avisarte que tienes una oportunidad y una esperanza de escapar a tu destino –dijo Melquíades-. Te van a visitar tres espíritus.
-¿Y son esos tres espíritus una oportunidad y una esperanza? ¿Son esos tres espíritus la oportunidad y la esperanza que acabas de mencionar?
-Sí; y mañana, cuando el reloj marque la una, vendrá el primero.
Tras haber hablado así, Melquíades se fue separando de espaldas y salió flotando.
Karl Gruñundum no creía demasiado en este tipo de cosas, pero no pudo evitar que una sombra de inquietud nublase de continuo su frente durante el resto de aquel día.
A la caída de la tarde, estando necesitado de reposo, se fue a la cama sin desnudarse y, en seguida, se quedó dormido.
En la mañana siguiente, ya en su despacho, una estancia con mucho de cutre, Karl Gruñundum pensaba y pensaba una y otra vez, y no sacaba nada en claro. Cuanto más pensaba, más perplejo se sentía; y cuanto más procuraba no pensar, más pensaba: el espectro de Melquíades le perturbaba profundamente.
Al filo de la una, una luz sobrenatural fulguró en el despacho y las cortinas de las ventanas que daban a un patio en el que el olor a pis era tan sólido como la loza de las paredes se separaron con un vuelo leve.
Karl Gruñundum pegó un salto y se encontró cara a cara con el visitante. Era una figura extraña, como la de un pirata con pluma: la que habría sido la peor pesadilla de Jack Valenti.
-¿Eres el espíritu cuya llegada me predijeron?
-Puedes llamarme Sparrow –la voz era suave y generosa.
¿Quién eres?
-Soy el espíritu de las Carreras pasadas. Las Carreras que tú viviste. Las Carreras que tú disfrutaste.
Karl Gruñundum se atrevió a preguntarle la causa de su visita.
-Tú ven conmigo...
En un momento se encontraron en lo que fue el Hipódromo de La Zarzuela. La gente se arremolinaba en las taquillas de apuestas, los niños correteaban por las praderas, las banderas ondeaban orgullosas en la explanada de General y no pocos aplaudían enfervorizados en torno al Recinto de Balanzas donde los propietarios de la Cuadra Rosales se aprestaban a recoger un premio.
-¡¡On, no!! Los apestosos de la Cuadra Rosales. Nunca me han caído bien.
Después siguieron caminando hacia el paddock. Pasaron por el vestíbulo del Bar Rojo mientras algunos caballitos iban trotando hacia ellos, cada uno ligado a un montón de recuerdos.
-No son sino sombras de lo que ha sido –dijo Sparrow-. Y en la Tribuna de Preferencia hay un chico al que quiero que veas.
Karl Gruñundum lloró al verse a sí mismo, cutre y marginado como había sido. Y volvió a ver sobre la pista a Eco, a El Poeta, a Pamparal y Tirombaço. A Crazy y a Ring of Greatness.
Y a un caballo que siempre le había gustado y que llegó a ser segundo del Gran Premio de Madrid.
Entonces dio rienda suelta a sus lágrimas.
-Se va terminando mi tiempo –observó el espíritu-. ¡¡Vamos aprisa!!
Ahora Karl se vio a sí mismo como un hombre en la flor de la vida. Su cara no tenía las líneas ásperas y rígidas de años más tarde, pero ya mostraba signos evidentes de cutrez y de enojo.
Una joven a su lado, una joven con una yugular preciosa y con marcado acento argentino, trataba de aquietarlo con sus buenas palabras de arriera.
Karl Gruñundum, como ausente e imperturbable, hacía oídos sordos con insistencia:
-Yo no soy de los que ponen la otra mejilla, milady. Estás muy equivocada. Quién me busca me encuentra, y los que me encuentran no quieren volver a buscarme. Y yo no insulto nunca primero, ¿te enteras, sucia mentirosa?
-¡¡Sparrow!! –gritó Karl Gruñundum con voz quebrada-. Llévame de este lugar.
-Te dije que no eran más que sombras de lo que ha pasado. No me censures por ello.
Karl luchó con el espíritu, que desapareció. Apenas tuvo tiempo de irse tambaleando al diván de su despacho, donde cayó en un profundo sueño.
Al cabo, despertó a causa de un ronquido descomunal y vio una luz cuyo origen atribuyó a la aparición del segundo espectro.
En el instante en que se incorporó, una voz extraña y con un punto de humor aventajado le llamó por su nombre.
Los ojos del espíritu eran socarrones y amables y el mismo espíritu, entrado en carnes, irradiaban un enorme y simpático magnetismo.
-Soy Lorgot de Comala, truhán y aventurero. Y soy el espíritu de las Carreras presentes. Toca mi vestidura...
Karl Gruñundum hizo lo que se le ordenaba y se garró con fuerza. Al instante se encontraron en el actual Hipódromo de La Zarzuela, rodeados de gente jovial y feliz.
Qué visión la de las vituallas del salchichero, y la de las pechugas de matronas que se atisbaban entre las rendijas de los atuendos de las féminas más generosas. Y qué visión, hermanos, la de las tribunas portátiles, la de los cuartos de baños portátiles, la de las taquillas de apuestas portátiles, la del césped portátil, la de la meta portátil, la de los preparadores portátiles, la de los trofeos portátiles, la de las portátiles chicas de Biotherm Homme.
Lorgot de Comala condujo a Karl Gruñundum directamente al recinto de acreditados.
Sin ser vistos, Karl Gruñundum y Lorgot pasearon entre los corrillos de aficionados, unos pertrechados con bufandas tipo loden y otros escrupulosamente compuestos con trajes de Ermenegildo Zegna.
El espíritu se detuvo al lado de un grupo de hombres de mediana edad.
Junto a ellos, descubrió Karl Gruñundum que bajo la apariencia exquisita de los acreditados, una apariencia que él siempre había criticado, los acreditados presentaban los mismos problemas, las mismas aspiraciones, los mismos deseos, las mismas ilusiones y las mismas expectativas que cualquiera.
Y también las mismas ansias por encontrar la respuesta a los dos grandes enigmas de la humanidad: ¿por qué estamos aquí? Y, sobre todo, ¿son realmente trigo limpio las mujeres?
Al poco de situarse junto a ellos, junto a los hombres de mediana edad, Karl Gruñundum alcanzó a escuchar un trozo de conversación en un corrillo aledaño:
-A mí el que me hace mucha gracia es ese que escribe en rosita. El que se hace llamar Karl Gruñundum.
-¡¡Ah, sí!! – contestó otro-. El que sale a dos o tres broncas por semana. No sé si él se dará cuenta, pero una y otra vez deja bien claro que lo suyo no es más que el reflejo de un absoluto desafecto en la infancia.
-Pobrecillo –concluyó un tercero-. Si es así él no tiene la culpa de ser como es. Propongo que el próximo cuarteto que agarremos lo destinemos a su completa rehabilitación en un centro especializado. Se lo debemos. Y creo que no será muy complicado dar con él.
-Estoy de acuerdo –añadió el que primero había hablado-. Conozco un centro cerca de Pedrezuela donde pueden ayudarnos.
Karl Gruñundum miró a su alrededor buscando al espectro pero ya no lo vio. Mas al alzar la vista, vio a un fantasma de aspecto solemne, envuelto en ropajes y encapuchado, que venía hacia él como la niebla al ras de suelo.
-¿Estoy en presencia del espectro de las Carreras que han de venir?
Los pliegues de la parte superior del atavío del espíritu descendieron durante un instante, como si hubiera inclinado la cabeza. Esa fue la única respuesta.
-¡¡Espíritu del futuro, te temo más que a los otros; pero como sé que tu propósito es hacerme bien, y espero vivir para ser hombre diferente del que fui, estoy preparado de corazón para recibir vuestra compañía!! ¡¡Guiadme!!
El espíritu y Karl Gruñundum atravesaron océanos de tiempo y llegaron a una sala fría e inhóspita. Un hombre calvo, picado de viruelas y con aspecto sudamericano, se situaba al otro lado de una barra de madera sobre la que se veían golosinas surtidas de todos los colores y de todos los tamaños.
El hombre de aspecto sudamericano se acariciaba el mentón distraído mientras miraba en un televisor móvil un programa de corte basurero. Junto a él, sentada en un taburete, una anciana con el pelo teñido de escarlata se pintaba las uñas carcomidas.
Karl Gruñundum se fijó en que, sobre una destartalada silla y enfrente de una pantalla en cuyo perfil y rodeado de adhesivos con imágenes de futbolistas alguien había ejecutado una pintada en la que se podía leer <>, un hombre de aspecto ajado y enfundado en un guardapolvos marchito trataba de manejar un teclado amarillento.
Y, por el poder del espíritu de las Carreras futuras, supo que el hombre ajado era él, y supo que lo que el hombre que era él trataba de escribir era uno de aquellos furibundos mensajes que, en ese momento futuro, ya no iban a parar al foro general de A Galopar, sino a un apartado que a finales de la primera década del siglo XXI los moderadores habían creado para él bajo la denominación de INVECTIVAS.
Y supo que ya nadie lo leía, y que ya no llamaba la atención.
Y supo que el fantasma de las Navidades futuras era el enorme Rasputín, y que quizá él, Karl Gruñundum, estaba ya más allá de toda esperanza.
Y se arrojó a los faldones del espíritu:
-¡¡Buen espíritu!! –dijo de rodillas ante él-. ¡¡Vuestra naturaleza intercede por mí y me compadece!! ¡¡Aseguradme que puedo cambiar las sombras que me habéis mostrado cambiando de vida!!
¡¡Honraré a las Carreras de Caballos y a los foreros de buen corazón!! ¡¡Apaciguaré mi ánimo, sosegaré mi furor, aquietaré mi rencor!! ¡¡Tal vez me haga clérigo!!
Y alzando las manos en súplica postrera para cambiar su destino se vio otra vez en su covacha, enfrente de su ordenador.
Y se sentía tan ligero como una pluma, tan contento como un ángel, tan limpio como un escolar. Tan aturdido como un borracho.
Y lo mejor y más feliz de todo era que el tiempo que tenía por delante
para enmendarse era el suyo.”



DEDICADO POR LOS DOSMIL MENSAJES BERMELLONES NO BORRADOS.

viernes, 2 de enero de 2009

LA Q+ DE MUDNURUBRAC

1ª CARRERA: SANTOYO

2ª CARRERA: CAMBADOS

3ª CARRERA: BELIDO

4ª CARRERA: EL MAGO - SMOOTH JAZZ

5ª CARRERA: GREAT ORATOR

GEMELA 5ª: MR RIGSBY

DOS HERMANAS 4/01/09

Esperemos que este nuevo año me hagan más caso los irresponsables del hipódromo y se cumplan mis pronósticos que para eso lo hago.

1ª Carrera

Ni un tordito ni Paquito. En fin. El ganador de esta carrera será SANTOYO, sinónimo de hector mudnurubrac. Será una buena entrada de año hípico. Zaleo le puede acompañar en la gemela y Ginebra descartadaa por senil y alcohólica hasta que no me pida públicas disculpas.

2ª Carrera

Tampoco corre el mejor de los mejores. No obstante Cambados ganará sin problema frente a los nombres cutres extranjeros. Le seguirá Gaucín que aunque tiene un nombre ridículo al menos me suena más español einn!!

3ª Carrera

Descartado Sand por ser negro. Canibal me da miedo así que tache. Belido, a lomos del grande entre los grandes se hará con la victoria sin ninguna duda. Para segundo me gusta Irreversible, gran nombre!!!, y cerrará el trío Maquiavelo, aunque lo monte un guardia que a mí no me gustan, pero no hay donde elegir. Gran fegón tiene gran nombre, pero la monta extranjera no me gusta.

4ª Carrera

Fuera Pirata, por razones obvias. Burlón y Sonrisillas a reirse de su padre. Me quedo con El Mago que tiene un gran nombre y Smotth Jazz, por que Zapico me gusta mucho, mucho y más mucho.

5ª Carrera

El Gran Premio será el doblete del gran Paquito Jiménez que en un remate desde el poste de salida ganará sin ninguna duda como él sabe hacerlo por delante de los aburridos Lisselan. Segundo le escoltará ese gran ejemplar de raza noble torda Mr Rigsby.

Así ordeno, mando y rubrico.

FELIZ AÑO Y AGRADECIMIENTO.

Quiero ante todo felicitar a todos mis seguidores un feliz año 2009, y que no os falte ni un sólo día nuestro colacado calentito con crujientes galletitas a ninguno de vosotros. Así que levantad vuestros colacados y brindad conmigo por un venturoso 2009:

AL TORDITO, UN EURITO!!!! EINN!!!!

Por otra parte quería agradecer a todos mis seguidores el haberme votado como el mejor blog del mundo mundial. Esto significa que yo siempre tengo razón en todo lo que hago y digo, por que para eso tengo más infalibilidad que el Papa. Espero que sigais agasajándome cada día como a mí me gusta. Seguiré en esta línea para deleite vuestro y mayor gloria mía.

He dicho.