Quiero desde aquí poner de manifiesto mi más absoluta protesta ante el ENORME agravio que están sufriendo mis queridos y amados torditos en las carreras nazarenas. No es de recibo que tan sólo UN MAGNIFICO EJEMPLAR TORDO corra el próximo domingo entre tanto alazán y castaño. Yo, firme defensor de la armada torda, denuncio este apartheid y propongo y ordeno las siguientes directrices para próximas carreras:
1.- En función a la ley de igualdad, las carreras deberán estar equitativamente representadas con caballos de igual capa, dando preferencia y paso a mis queridísima armada torda que podrá ser mayoritaria sin ningún tope de participación.
2.- En caso de que haya que realizar sorteo por exceso de participantes, quedarán excluidos los tordos, acumulando las posibilidades de eliminación a aquellos ejemplares negros y/o alazanes tostados.
3.- Los ejemplares tordos tendrán preferencia a la hora de elegir los cajones de salida, sorteando el resto entre los demás participantes.
4.- Paquito Jiménez eligirá cual de los torditos quiere correr y de qué cajón quiere salir. Su cajón se abrirá cinco segundos antes que los demás con el fin de que no puedan entorpecerle a la hora de elegir carril en carrera.
5.- Si algún ejemplar de otra capa distinta queda por delante de algún ejemplar tordo en las colocaciones, y no digamos ya el primero en la meta, quedará AUTOMATICAMENTE DISTANCIADO al último puesto, prohibiéndole su participación en carreras durante seis meses y un día. Así mismo se multará con una cuantía que se me ocurra en el momento al jockey, preparador, mozo de cuadra, portero de la finca, personal de seguridad y cinco aficionados elegidos a mi azar, prohibiéndoles el paso a cualquier instalación hípica en el mismo plazo de tiempo que el caballo.
Lo cual firmo, ordeno, rubrico y sello con mi tampón de colacado calentito.
viernes, 19 de diciembre de 2008
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