LA JUANI: UNA EXPERIENCIA EXTRASENSORIAL

Anoche mantuve una conversación cibernética con la Juani. El resultado colmó todas las expectativas creadas, y más aún, las superó con creces.

La Juani está como una chaveta. Le pregunté si Juani era nombre de varón o dama y me mandó a cagar (literalmente). Me habló sin tapujos de los peruanos a los que llamó sudacas y que eran poco menos que basura; de los argentinos, a los que tildó de sobraos; de los sudamericanos en general, a los que insultó gravemente desde su atalaya italiana de Miami.

Me dió miedo: le llamé seis o siete veces Juani y me dijo que si le volvía a llamar así me iba a putear sin descanso, ni desmayo. Ahora tengo miedo.

¿Qué dirá de nosotros después de esto? Solo hay que ver lo que dice de El Gemelas, que le echó con cajas destempladas de su página web; o de Cipayo, Spirebel, con el que ha mantenido serias discusiones en el foro de turf internacional que tan bien dirige nuestro Cipoya. Hasta habló en tono despectivo de Gin, de la que dijo que con él no se había portado mal, pero dejó entrever que con otros sí...

Juani está zumbao, amigos... qué digo amigos... Y no se está interesado en cambiar de chip. Juani está como una puta malva... y parece peligrosa... Tengo miedo de Pirulo y gatuno, tengo miedo de Ribot y de estarme interesado, tengo miedo de la Juani: los piraos suelen ser peligrosos