jueves, 6 de noviembre de 2008

SAL GORDA

EFE - En aguas de Mijas se ha producido un hecho lamentable. Una submarinista, que posiblemente sobrepasara los 100 kilos se ha sumergido en el mar a la altura del paraje conocido como "El eterno aspirante". La gorda, enfundada en un traje de neopreno de gran volumen, con unas aletas de diseño, llevaba agarrada con una correa, como si fuera un perro, a una tortuga vestida de Nancy, descaarazonada y aterida de frío y verguenza.

Según testigos presenciales, la entrada de la gorda al mar ya preveía problemas; parece ser que ha subido el nivel del mar y ha provocado un oleaje de intensidad alta. Una vez en el agua, la gorda ha caído a plomo hasta el fondo marino, y los equipos de salvemento y rescate han necesitado de una grúa para poder iniciar las labores de rescate, ante la imposibilidad de la gorrona de padres e incapaz estudiante de enfermería de salir por sus propios medios.

Las labores han resultado arduas porque costaba mucho, incluso con grúa, poder levantar a aquella morsa de las profundidades marinas. Los responsables del equipo de rescate, en su tarea salvatoria, animaban a la protagonista a la voz de "Sal, gorda; sal, gorda"...

La buza obesa ha conseguido salir a la superficie, donde ha sido recogida por las redes de un pesquero atunero que la ha acercado al puerto marino, donde, no sin dificultad, ha sido depositada en la lonja, exausta y abatida.

La morsa no ha podido hacer declaraciones, mientras que la tortuga solo podía balbucear "me cago en su puta madre; qué mala suerte he tenido, qué mala suerte...".

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