martes, 4 de noviembre de 2008

SE ARMÓ LA GORDA

Cuentan nuestros corresponsales enviados a Mijas (Málaga) que han encontrado a una muchacha de unos 29 años dirigiéndose a la Escuela de Enfermería. Cuentan las fuentes que esta muchacha salía de casa de sus padres, y me dicen que en el interior de la casa se oían suspiros de alivio y satisfacción; es más, me cuentan los vecinos, que cuando la muchacha obesa abandona la casa para dirigirse a la Escuela de Enfermería, como todas las mañanas desde hace diez años (cuando inició sus estudios), embutida en su elegante traje de neopreno, sus sufridos progenitores, sistemática y angustiosamente ruegan al Altísimo que su niña, la niña de sus ojos, termine de una puñetera vez la carerra que con tanta ilusión comenzó siendo apenas una niña, y que espera term,inar siendo la abuela del grupo de candidatos.

Pues bien, nuestra protagonista, vestida para cualquier ocasión con su equipo de buceo, con sus aletas de estreno y su snorcle limpio como una patena, y con sus tres bocadillos de sardinillas y sus seis bollycaos (que como se entere su Carbu que no toma galletitas, ya veremos), se dirige alegre y ufana a su lugar de trabajo, a su Escuela. Y me cuentan que por el camino, nuestra buena amiga, la gorrona de sus papás, la mujer que sigue esperando que el Espíritu Santo le proporcione la energía necesaria para aprobar las asignaturas que se le resisten "un poquillo", pasando al lado de la tienda de submarinismo, detúvose.

Y me dicen que fijó sus ojos en uno de los objetos puestos a la venta, y que su deseo se reveló sobre la razón. Y me dicen que la muchacha entabló cordial conversación con el comerciante, y que le solicitó probar el objeto del deseo... Y me dicen que (cosa rara), el objeto de deseo en este caso no era el mismo tendero, sino que se trataba de una escopeta submarina de arpones (tócame los ...) y que la caprichosa aspirante, sacó el dinero de su bolsillo y adquirió el objeto deseado...

Y me dicen que el tendero, y los que la vieron salir de la tienda naútica coincidieron en el mismo comentario: "SE ARMÓ LA GORDA..."

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