LA BANDA DEL MIRLITÓN

Siendo yo apenas un infante, cuando en aquella España, una, grande y libre que nos enseñaban en la escuela y de la que las arenas son amantes deudoras, tan solo había dos canales de televisión, cuando solo había un criterio que escuchar, una línea argumentada que entender, cuando el viejito del bigotito que salía en las pesetas y que ahora acompaña el cabecero de la cama de "C", el bermellonado, hacía pública ostentación del "ordeno y mando", no había apenas derecho a réplica. Eran tiempos de la renuncia al pataleo, tiempos en los que los que mandaban y gobernaban sometían al ciudadano a su voluntad, contando con el apoyo de la política del terror: el que se movía, no volvía a aparecer en la foto. Era un tiempo en que los que mandaban abrigaban a sus amigos por muchas perrerías que cometieran, por mucha desfachatez que desarrollaran... Y lo jodido, lo realmente jodido era cómo se jactaban los permitidos y los permisibles de aquella circunstancia.

Aquella época fue pasto para que algunos jóvenes idealistas, unos pobres desarraigados, se creyeran el germen libertario, cuando lo único que representaban era lo que el mandamás viejito del bigotito les permitía ser; era el tiempo en que unos tipos que se pensaban "progres" y que ahora calificaríamos como frikies rurales, con pelos más largos de lo normal, con guitarras e ideales cogidos con alfileres, se presentaban en la tele, en una de las dos únicas cadenas qe representaban lo que le salía de los cojones a aquel viejito, bajo el amparo del sonoro nombre de "La Banda del Mirlitón"... Y eran eso,... una banda.

Actualmente, y extrapolando datos a los puntos de debate de nuestras carreras de caballos, podemos adivinar que sucede algo semejante (salvando todas las distancias que hubiera de salvarse): había un gran foro de opinión e intercambio de impresiones (España: la que antes era una, grande y libre, según los tecnóctaras del momento); un foro que no ha mucho daba gusto leer, donde se enriquecía a los que por allí nos dábamos cita; compartíamos espacio con enormes comunicadores, con grandes pronosticadores y analistas, con aficionados grandes que no se limitaban a permanecer por permanecer, sino que nos abrían horizontes, nos proporcionaban diversión, nos donaban sus estudios, análisis y conocimientos... Ese foro se ha convertido en La Banda del Mirlitón (los que cantaban aquello de "era de latón, de latón, de latón era, era de latón, el cacharro de la abuela").

Ese foro, tal y comon estaba concebido, ha desaparecido... se ha convertido en un remanso de aguas que no proporcionan más que aburrimiento, linealidad, inexpresividad e incoherencia... Alguien debería buscar responsabilidades... y purgarlas, claro está... Alguien debería pedir explicaciones de por qué han ido aburriendo uno a uno, a todos aquellos que intentaron salirse de la línea de la monotonía: Orígenes cada vez escribe menos; el maestro Almazy y el Discípulo están siendo vapuleados día sí, día también.

Ese foro se ha convertido en el feudo del bermellonado, del orate Spyrebel (que digo amigo, hermano), de tortugas y escafandras, de simples aficionados y de aficionados simples, que cuentan con la anuencia, el apoyo público y la devoción de los mandamases...

El colmo, según he podido leer por ahí, es que uno de los mandamases, más concretamente, el llamado Moderador EG (El Superdivertido Gemelas), ha abierto una línea de diálogo provocativa sin que mediara provocación alguna, desde la que despotrica contra los según él pseudo-analistas o "grandes analistas"... Claro está que los, según él, "grandes analistas", no solo son los dos únicos que en la actualidad satisfacen las necesidades de los degustadores de asuntos de interés, sino que a lo mejor compiten con él por algo que desconozco. El Moderador EG, abre la caja de los truenos, que la de Pandora la tiene cerrada desde el partum momentum, contra quien da brillo, lustre y esplendor a... su propia página... Esto es de locos.

Y el coordinador de la página, José Luis López Master, en lugar de coger al individuo protestón y llamarle a capítulo, diciéndole que está limitando la evolución de su propia casa, le convierte en héroe anónimo, limitando el permiso para escribir a quien afea esta postura y manteniendo el despropósito de manera pública y notoria. O me he perdido algún capítulo, o se me ha ido la pinza a pasear por el Monasterio de La Granja... ¿Estamos locos?... ¿Estamos peor que Spyrebel y la Juani?.. Tirando cascotes contra su propia casa, y dándole de lleno a la señora que hace la comida... Y encima, le damos el premio al Superdivertido. Se le ha ido la olla a quien debiera estar guardándola con esmero y cariño... Y se le ha ido por defender a su amiguito ante cualquier consideración; se han establecido precedentes muy malos, muy turbios: se da cancha libre a determinados indeseables para que campen a sus anchas por su Reino de Taifas, mientras se limita la posibilidad de levantar la voz crítica... Eso mismo hacía el viejito de las pesetas, el amigo de "C", el bermellonesco... Se llama dictadura, se reconoce omo fascismo, amiguismo... Es una mierda... una verdadera y tierna mierda... Una mierda humeante, maloliente... Una mierda asquerosa y vomitiva.

Cosas raras pasan, pero éste en particular resulta un caso de parcialidad por amiguismo, de concomitancia en el descalabro, que clama al cielo... Ellos sabrán lo que hacen, pero me da pena ver en lo que se está convirtiendo ese antiguo reducto de saberes y confidencias, de ayudas y generosas donaciones...

Es un buen momento para que quien corresponda cierre el tenderete; cuando se pierde el norte y el rumbo, lo mejor es darse un descanso y volver con renovadas fuerzas... Hágame caso, López, hágame caso... Por el bien de todos. Y llévese consigo al Superdivertido